viernes, 14 de octubre de 2016

Diálogo entre Rectores - Evento por los 70 años de la PUCE

   Sean todos y todas bienvenidos esta mañana a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, bienvenidos a este evento que hace parte de la conmemoración de nuestros 70 años de servicio al país. De manera especial, muchas gracias apreciados rectores porque gracias a su presencia y sus reflexiones hoy podemos decir que el 10% de las universidades del país compartirá sus esperanzas y temores de cara al futuro, de manera fraterna y académica, y esto no es un hecho banal en nuestra sociedad.



   Al escribir el título de este evento, dudamos sobre las palabras a utilizar. Un problema es una dificultad en el camino que hipotéticamente tiene solución, de modo que la actitud correcta es buscar esta solución para retirar el impedimento y seguir adelante en el trayecto. Una aporía es un camino que en sí mismo es una dificultad porque no lleva a ninguna parte. Un reto – el término por el que nos decidimos – significa también una dificultad en el camino, que también necesita ser resuelta, como el problema. Pero a diferencia de éste, el reto enfatiza el efecto que se produce en el descubridor de la solución, antes que en esta misma. Si vemos las dificultades como problemas nos concentraremos en buscar soluciones. Si las consideramos retos, nos enfocaremos en ser mejores –personas, grupos o instituciones – gracias al acto de resolver dificultades. En resumen, los problemas se solucionan, los retos nos vuelven mejores.

   Esta es entonces la pregunta subyacente tras el diálogo de esta mañana: ¿en qué, y cómo, vamos a mejorar nosotros, las universidades, cuando procesemos las cuestiones que nos agobian, presentes y futuras? Porque no se trata únicamente de sobre vivir respondiendo audazmente a los impedimentos en nuestro caminar, sino de vivir bien como universitarios íntegros, si me permiten parafrasear al filósofo Aristóteles. No se trata solo de mantener instituciones sostenibles en el tiempo, sino sobre todo de ofrecer al país mejores personas en todos los aspectos, sean docentes, gestores, investigadores, o estudiantes.


   Los cinco rectores que hoy nos acompañan son expertos en identificar problemas, en transformarlos en retos para sus instituciones y en resolverlos. Sus reflexiones son de mucha importancia para la Pontificia Universidad Católica del Ecuador porque nos darán luces sobre una pregunta que nos hace el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan?” (n. 160). Es verdad que no todos los retos de la universidad son igualmente de la sociedad, ni todos los retos societales son en la misma medida de la universidad. Pero sí es cierto que una mejor universidad, una que sale airosa de los problemas presentes y de los que podamos prever para el futuro, aportará notablemente a la construcción de un Ecuador mejor, para el caso de nuestras universidades.


   En este sentido, pensar la universidad no es un acto meramente teórico, sino un acto de compromiso cívico, de esos que tanta falta hacen hoy y siempre. 
Estimados amigos y amigas, dejo ahora la palabra a nuestros expositores a quienes agradezco nuevamente por su valiosa participación, con la cual honran nuestro septuagésimo aniversario de existencia. Gracias a todos por su atención.

Quito, 06 de octubre, 2016
Cordialmente Fernando Ponce León, S.J.
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Rector