miércoles, 19 de octubre de 2016

"Visión empresarial de la universidad del futuro” evento por los 70 años de la PUCE

   Sean todos y todas bienvenidos esta mañana a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, bienvenidos a este evento que hace parte de la conmemoración de nuestros 70 años de servicio al país. De manera especial, muchas gracias a los distinguidos expositores porque nos ayudarán a entender un tema muy debatido pero no siempre profundizado con igual intensidad: la visión empresarial de la universidad del futuro.

   El título de este evento puede entenderse de tres maneras. En primer lugar parece que pregunta por la manera en que el mundo de la empresa ve a la universidad que vendrá. Sabemos que empresa y universidad son actores fundamentales de la sociedad civil, esencialmente distintos pero muy relacionados. Solo recordemos que el modelo que sigue la universidad ecuatoriana está inspirado en el llamado “napoleónico”, que es aquel que favorece una universidad formadora de profesionales. En este caso es fundamental entender qué esperan los empleadores de los profesionales que contratarán y que la universidad se encarga de preparar. Más importante todavía, es crucial saber cómo debemos formar a los jóvenes para que encuentren un trabajo y sean felices y exitosos en él. Dicho sea de paso, una reciente encuesta de Cedatos, con fecha 2015, dice que la PUCE tiene el 97% de empleabilidad, lo cual nos alegra pero no evita el que sigamos planteándonos estas dos preguntas.

   En segundo lugar, el título de este evento también podría significar que nos interrogamos por la visión empresarial que debería tener la universidad del futuro. Sin ser estrictamente una empresa, y obviamente no una empresa lucrativa, ¿qué puede aprender una universidad que se proyecta al futuro, como nosotros, de las técnicas de gestión, de los valores pragmáticos y de la orientación a los resultados que caracterizan idealmente una empresa? Estoy convencido que no somos una empresa en la medida que nuestra materia prima es el conocimiento, el cual es bien público y no es susceptible de compra y venta como cualquier otro servicio. Pero sí debemos tener comportamientos empresariales precisamente porque nuestra responsabilidad es grande. ¿Qué comportamientos de este tipo se compaginan con el paciente esfuerzo de crear conocimientos o estimular en los jóvenes las ganas de aprender? No hay fácil respuesta a esta pregunta.

   En tercer lugar, el título podría indicar que queremos conocer qué es tener visión empresarial en el contexto del futuro de la universidad. No  solo necesitamos saber cómo manejar eficazmente una universidad, en el sentido de la anterior interpretación, sino que queremos fomentar el emprendimiento como actitud catalizadora del aprendizaje futuro. La proliferación de las TICs tiene muchas cosas buenas, una de ellas es que facilita, para el que quiere, la proactividad en la búsqueda de información y en su transformación en conocimiento. ¿Qué espacio futuro le queda entonces al docente acostumbrado a “transmitir conocimientos”, como se suele decir?

   El tema de esta mañana da para mucho. Ya sea que ahondemos la relación entre universidad, trabajo y necesidades empresariales para el desarrollo del país, o que identifiquemos los mejores comportamientos empresariales adaptables a la gestión del conocimiento o que, finalmente, tratemos de la virtud emprendedora como vector del aprendizaje, son muchas las preguntas que el futuro de la universidad necesita abordar.

  Pero ustedes no han venido a escucharme y por esto aquí me detengo. Dejo ahora la palabra a nuestros ponentes: todos ellos han pasado exitosamente por la universidad y lideran con éxito empresas y asociaciones. Quién mejor que ellos para brindarnos luces sobre el tema de esta mañana y así honrar con su presencia e ideas el septuagésimo aniversario de nuestra fundación.
Muchas gracias por su atención.

Quito, 13 de octubre 2016
Cordialmente Fernando Ponce León, S.J.
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Rector